Los CDR, abandonado ya el disfraz de demócratas, han cortado carreteras y autopistas, ocupado las vías del tren e incluso han intentado ocupar por la fuerza la estación de Sants. Impedir que los catalanes de fuera de Barcelona pudieran acceder a la ciudad era crucial para impedir una manifestación masiva de catalanes en contra del radicalizado "procés", y han hecho la parte que les tocaba. De paso han evitado que los autobuses procedentes del resto de España pudiesen llegar a la ciudad condal y apoyar a sus compatriotas. Pero no ha sido suficiente.
Pese a todo, cientos de miles de catalanes, en su mayoría de Barcelona, han inundado las calles. Desde luego no se ha llegado al millón de hace dos años (400.000 personas según Societat Civil Catalana) pero la vergonzosa cifra de 80.000 proporcionada por la Guardia Urbana de Colau se contradice con las imágenes a pié de calle (y probablemente también será desmentida por las imágenes captadas por los helicópteros si se hacen públicas). En cualquier caso hay que tener en cuenta que en esta ocasión no se ha declarado ninguna independencia unilateral y, por mucho que el govern de la Generalitat grite y patalee lo cierto es que no han desobedecido en nada, es todo postureo. Sumado al corte de comunicaciones de los CDR la manifestación se ha nutrido casi exclusivamente de Barceloneses "hasta los huevos" (era uno de los cánticos) de que el nacionalismo sitiase y destrozase su ciudad, boicotease sus negocios e impidiese a sus hijos ir al colegio.
Muchos medios han cubierto este evento, pero casi todos se han centrado en los mensajes de los políticos en campaña. Desde Onda Layetana hemos querido centrarnos en la gente y sus reivindicaciones. Hemos querido reflejar lo que reclaman, pero también lo que corean, porque ya sabemos que a TV3 le encanta mostrar los cánticos de "¡Puigdemont a prisión!" y buscar gente hiperventilada y banderas preconstitucionales, pero otros cánticos, como "¡Barcelona no se quema!" no saldrán nunca en la televisión nacionalista.
Disfrutad de estos diez minutos largos dedicados a la gente que ha llenado Barcelona. Va por ellos.