El elixir de la eterna juventud

Eva Higueras 13/12/2019 1891
¿Qué queremos conseguir exactamente cuando deseamos ser y estar siempre jóvenes?

Recuerdo que no hace mucho los viernes y los sábados era asidua a salir de noche e ir de discotecas. Quiero decir, esto no lo había hecho en juventud, pero en un momento determinado y en unas circunstancias determinadas el chip mental dio un vuelco y decidí hacer aquello que me apetecía, que era salir, pasármelo bien y bailar, y bailar mucho.

De un tiempo aquí esto ha cambiado. Ya no salgo de noche y solo de pensar en que me tengo que arreglar para salir me da una pereza enorme. Creo que la etapa de discotecas ya la he quemado. De hecho ha sido una etapa corta pero intensa.
Saliendo hace unos días de una cena pasé por la discoteca a la que solía ir. Me sorprendió la alegría de responsable de seguridad al verme. De hecho me abroncó porque ya no iba. En el transcurso de nuestra conversación me sorprendí a mi misma cuando argumenté que ya no salía de noche por que mi edad ya no era la adecuada para salir de marcha y que empezaba a sentirme incómoda en lugares en los que la gente tenía mucha menos edad que yo. Aquí me di cuenta que la supuesta pereza que yo me auto argumentaba para ya no salir de fiesta estaba enmascarando mi verdadero motivo. Mi edad.
La verdad es que esta reflexión ha estado dando vueltas varios días en mi cabeza. Sí, aunque en muchas ocasiones mi actitud y me pensamiento están más cerca de alguien cercano a los veinticinco o treinta años, mi edad en realidad está más cerca de los cincuenta. Y rápidamente ¿que he hecho? Pues nada, ir a Google y buscar recetas del elixir de la eterna juventud.
Si tenéis un poco de tiempo os recomiendo que miréis lo que se llega a decir sobre este tema. De momento os voy a avanzar algunos descubrimientos. El primero: los especialistas canadienses de la universidad Macmaster (esto siempre suena bien y parece que la seriedad) afirman haber encontrado el elixir de la eterna juventud. La receta contiene entre otros ingredientes: ácido fólico, vitaminas B1, C, D y E, ácido acetilsalicílico, becaroteno, ajo, raíz de jengibre, jinco, jinseng, estracto de té verde, magnesio, melatonina, potasio, aceite de hígado de bacalao y aceite de lino. Bueno, quien tenga tiempo y estómago puede probar a hacerlo en su casa.
La universidad Macmaster no querido dar más detalles de este gran descubrimiento. Si argumentan que han experimentado con ratones (pobrecillos siempre reciben los mismos) y aquellos que han tomado esta maravillosa receta tenían mucha más movilidad motora que aquellos que no la probaron.
Siguiente receta: los monjes tibetanos nos dicen que su elixir de la eterna juventud se basa en ingredientes que son bien conocidos pero poco se ha hablado de su poder rejuvenecedor al mezclarlos. Os doy también la receta: un vaso de jugo de limón, 180 gramos de miel, cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva, todos mezclados. Se ha de guardar en un recipiente oscuro en el refrigerador y tomarse una cucharadita cada mañana durante un mes. Esta receta es más fácil que la hagáis en casa.
El consejo para la eterna juventud de unos abuelos nonagenarios es: comer solo fruta y verdura y beber exclusivamente agua. Tampoco me convence demasiado, la verdad.
Claro que también existen clínicas que te ofrecen un completito de cirugía plástica con su bótox, su lifting facial, su blefaroplastia, etcétera. Con este remedio tú estarás de muerte, pero tu cuenta corriente estará muerta.
Y cómo no, también están los ineptos que cuándo buscas remedios para estar más joven te recomiendan adelgazar. He visto verdaderos trucos al respecto. He visto tales burradas.. Prefiero pasar por alto este tema y ahora me pregunto, en base a lo que he expuesto ¿Qué se busca con la elección de la eterna juventud? ¿Más movilidad y más capacidad funcional? ¿Vivir más años? ¿Una mejor salud? ¿O estar más guapos y más sexys?
Pues no sé. De momento empezaré con el remedio tibetano, que parece el más fácil y el más barato.
Ya os contaré el resultado en un mes.
Últimas aportaciones