Lo siento, no me acuerdo de tu nombre

Eva Higueras 28/10/2020 799
No me acuerdo de tu nombre pero sí de tu cara, aunque es más difícil si hablamos de máquinas
Todos tendemos a reconocer nuestros defectos, pero no por que los tengamos presentes sino porque son muchas las personas que se encargan de estar recordándonoslos. Pero en mi caso alguna virtud debo detener, digo yo.
Sí. Es verdad. Algunos amigos te dicen, en momentos determinados, aquellas características tuyas que ellos perciben como positivas y te las hacen saber.
Sí. En este momento tu ego se infla.. se infla.. pero es como un soufflé. Cuando dejas de oírlo ya dejas de creértelo y tu ego baja.
Y como ya ni me acuerdo de mis virtudes, me es más fácil hablar de mis defectos, porque esto sí.. Estos sí que sé cuáles son sin que nadie me los diga.
Titular: No soy capaz de retener los nombres de las personas.
Sí, ya. Puede que esto le pase a muchas personas, pero os aseguro que en el mundillo de la política, que es en el que yo me muevo, puede resultar angustioso, en ciertos momentos.
El no ser capaz de recordar los nombres y en otras.. ¿como diría? en otras circunstancias pues no tiene más problemas, lo puedes resolver con un '¿qué tal, churri?' '¿Cómo te ha ido el día, cariño?' ¿Qué guapa estás hoy, cielo?'. Así, sin más. No pasa nada si no recuerdas el nombre, a no ser que estas conversaciones insípidas se extiendan en el tiempo, sean más profundas y no tengas más remedio que preguntarle cómo se llama, o por qué no lo sabías o porque no te acordabas, pero en los tiempos que corren mi problema se ha agravado.
Resulta que en el móvil hay una aplicación que cuando dices su nombre te resuelve problemas, dudas.. Pues su nombre es Siri.
¡Pues hala! Ahora tengo que memorizarme este nombre aséptico que se supone debe ayudarme cuando quiero saber cosas.
¡Siri! Dime el título de la canción que estoy escuchando. Siri, dime en el tiempo que hace en nueva York. Si, sí. Cosas realmente trascendentales.
Por si fuera poco un buen amigo (sí, reitero lo de buen amigo aunque no sabe que jugadita me ha hecho con sus buenas intenciones) me ha regalado un aparatito llamado Alexa.
Sí. Resulta que conectas a Alexa y a la susodicha le podéis pedir canciones, preguntarle por las predicciones del tiempo, etcétera. ¡Venga! ¡Otro nombre para recordar!
Os voy a explicar mi principal defecto aplicado a esta tal Alexa. A Alexa le pedí una canción. Que guay.. Me la puso y luego otra, venga, a tope Alexa, sube el volumen.. Lo más. Pero claro, todo tiene un final y cuando decidí que ya tenía bastante de musiquita por el momento y quise decirle que parara.. ¡pues no me acordaba del nombre! Empecé probando pues por el que me acordaba, por Siri, hasta que recordé que ese era el personaje que me hablaba en el móvil. Luego empecé a ponerme nerviosa y solo atinaba a decir "!para, para, para, para!" Y no paraba, claro. Vamos que la solución fue desenchufar a mi amiga Alexa, que ahora sí que recuerdo cómo se llama.
Deciros que si algún día nos conocemos y nos presentan ya os digo de antemano que no retendré vuestro nombre. Tampoco os llamaré 'churri' cuando vuelva a ver, entiendo que no es la muletilla adecuada, pero vamos que si un día nos encontramos que no os moleste si no os presento a la persona que me acompaña, que no es por descortesía, es solo porque no sabré como presentaros. ¡Jolín, que estrés! De verdad, ¿es necesario ponerme tan difícil las cosas?.
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