Yo soy de republicano y sin embargo hoy les quiero hablar bien de rey. De nuestro rey Felipe y de su hija mayor la princesa Leonor.
Primero agradecer a su majestad el discurso que brindó a España el tres de octubre de del 2017. Ese día la mayoría de catalanes gritamos ¡por fin! Vibramos todos los catalanes que echamos de menos la presencia del estado en Cataluña durante décadas.
Porque esta situación actual no ha sido fruto de una generación espontánea. Ha sido fruto de años y años donde y desde el gobierno central se han dejado de hacer barbaridades esta comunidad española.
El homenaje que estoy haciendo en estos momentos desde aquí, desde Onda Layetana es para los representantes de una monarquía constitucional basada en los valores republicanos que nos hacen ciudadanos libres e iguales garantes de la constitución.
Y aquí estoy yo, que quiero cambiar la constitución y que España vuelva a ser republicana, criticando a los que se llenan la boca con la palabra 'república' como si fuese una una panacea, criticando a todos esos que mezclan mi tricolor con esteladas, criticando a todos los republicanos del resto de España que apoyan la secesión de Cataluña como si eso fuera el principio de algo, el principio de una república en toda España.
Falso. Apoyar a los supuestos republicanos catalanes, a los adalides de la idílica Cataluña independiente, es apoyar el despotismo, la imposición y la falta de respeto a la ley y al pluralismo.
Cambiemos lo que queramos, democráticamente, pero mientras respetemos a nuestros representantes. No juguemos al al desgaste, manchar a los nuestros es manchar Cataluña, es manchar a España.
Como les digo siempre a mis compañeros republicanos del resto de España, más vale una monarquía democrática que puedes mejorar o cambiar, que una república bananera.
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