Hasta no hace mucho estamos en estado de alarma y ahora tenemos toque de queda. Son términos que muchas personas han tenido que buscar en la Wikipedia para saber cuál era su significado y cómo les ibas a afectar.
Con el estado de alarma nos llegó el confinamiento y, mira por donde, los psicólogos por desgracia para nosotros y por aventura para ellos han visto cómo se les abrían muchas puertas y ventanas a la vez. Desde un principio los psicólogos avanzaron que esta situación de anormalidad iba a provocar abundantes reacciones de ansiedad, miedo y desesperación.
Uno de los consejos que dio en su momento el colegio de psicólogos era que se debía sensibilizar a las administraciones para que pusieran en marcha un dispositivo de intervención psicológica para la atención a las necesidades y los problemas psicológicos que se podrían derivar de un confinamiento, evitando una menor aparición de episodios de estrés postraumático una vez superada la situación estresante.
¿Estress postraumático? No digo que no lo hayan sufrido algunas personas, pero fue acabar el confinamiento y los traumas de ansiedad, la desesperación, y sobre todo, los miedos han desaparecido de repente de la mayor parte de la población.
Pocas secuelas psicológicas y traumas ha provocado el confinamiento a aquellas personas que volviendo a estar con un elevadísimo número de contagios de muertes se comportan como si nada pasara, incumpliendo las normas sanitarias, que pueden gustarte más o menos, pero o las cumplimos todos o luego nos quejemos de lo que nos pase.
Y ahora está la ansiedad y miedo y la desesperación por el toque de queda. Vamos a ver, ¿que a las diez de la noche tengamos que estar en casa durante el fin de semana? pues vale, puede provocar un cabreo monumental. A mí me lo provoca. Pero entre semana ¿Cuántos de nosotros normalmente estamos por la calle a partir de las diez, si no es por causas justificadas?
¿Que lo hacen para que no haya movilidad durante unas determinadas horas del día? Vale, pero ¿es que las autoridades del gobierno que nos está desgarrando nose ha dado cuenta todavia que lo que quería evitar que se hiciera de noche ahora se hace durante el dia?
A mí particularmente no me afecta el toque de queda, pues yo a las diez ya suelo estár en la camita. Y además ahora que empieza a hacer frio pues como que apetece llegar a casa, ponerte el pijamita i la bata de boatiné (para quien la tenga, que yo no, que por casa voy muy mona).
Pero los psicólogos, junto a los psiquiatras, pueden estar tranquilos. Trabajo no les va a faltar, con Pedro y Pablo al frente de este país hay millones y millones de motivos para que acabemos todos no sólo ya arruinados sino también tarados mentalmente por sus constantes contradicciones, sus constantes desatinos y por las malas compañías que eligen, o sea independentistas y etarras. Malas compañías que van a conseguir lo que siempre han querido: romper nuestro país.
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