Salud, amigos de Reflexiones en en Positivo. Estamos viviendo una crisis. Ya estábamos viviendo la crisis, pero la pandemia la acrecentado, y dicen los expertos que todavia viene lo peor.
¿Soluciones? Bueno, pues habrá que abrir ese melón, habrá que restar de alguna parte. Habrá que quitar la grasaza, lo que sobra. Lo que nos sobra.
¿Quién abre ese melón? Bueno, pues vamos a empezar. Vamos a empezar hoy y vamos a hablar de la unión de municipios. Vamos a anexionar municipios. Vamos a ahorrarnos dinero. Vamos hablar de de este tema.
Los expertos en derecho administrativo señalan que nos enfrentamos una dura realidad absolutamente irracional, ineficaz y costosa. Es difícil comprender cómo se puede hacer ostentación del rechazo a los signos identitarios de las nacionalidades (cosa que yo estoy completamente de acuerdo) y al mismo tiempo considerar intocables sus fragmentados territorios municipales.
La consecuencia lógica es que el bienestar está insatisfactoriamente cubierto por por entidades municipales atomizadas y con arcas paupérrimas, esa la la realidad, y que frustran pues la gestión racional del territorio y el bien vivir o el mejor vivir de sus habitantes, que esa debe ser siempre nuestra preocupación, la preocupación de los políticos.
Cuando se plantea la necesidad más acuciante de este tipo de crisis, como la de agrupar municipios para mejorar sus prestaciones, pues es difícil entender a los dirigentes políticos que declaran públicamente que plantear la supresión de municipios es ofender a los ciudadanos y crear problemas. Admito que la tarea por lo visto es problemática, pero de ninguna manera puede constituir una ofensa para los ciudadanos afectados. Otros políticos sin embargo despachan la la cuestión acudiendo a metáforas inmovilistas demasiado manidas. Sería abrir por lo tanto un melón de consecuencias imprevisibles. Yo me temo que lo que pasa es que los partidos consolidados tienen concejales y no quieren perder ese poder local o crear problemas internos.
Hay países que están fusionando municipios, que están fusionando comunidades. En Francia se llaman departamentos, y aquí no se fusiona nada de nada, cuando ya se hizo. Recordemos que en Barcelona había barrios que no pertenecían a Barcelona, como Gracia, como Sarrià. Pero ahora eso parece que es imposible. ¿Quien abre el melón? Si hay crisis de algo habrá que restar. Porque de lo que está demostrado que no podemos seguir restando es de la sanidad, de aquella sanidad que recuerden que en el 2005 - 2006 era de las mejores del mundo y que ahora se ha visto que no, que sin embargo es de las peores, y no es culpa de los sanitarios, de los médicos. No, es culpa de los políticos que no la estan dotando de herramientas.
Ya saben que yo siempre estoy en contra del secesionismo, del independentismo, del nacionalismo, pero hoy también quería hablar de ese odio del regionalismo y el localismo, el mirarse el ombligo, y que es lo peor para todos.
Muchas gracias por su atención. Salud.
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