A mí no me roba España. Sé muy bien qué españoles me roban.
Y como vivo en Cataluña pues es lógico que entre los que me roban hayan mas catalanes que castellanos, que santanderinos, que bilbaínos, que andaluces, etcétera..
Es un mantra: 'España nos roba'. Es un mantra creado por el independentismo hace años y es muy difícil lucha contra él. Es muy difícil luchar contra ellos.
Tenemos enfrente a personas que eligieron fomentar la pertenencia ciega y no la ciudadania electiva. La mitología y no el conocimiento histórico. El narcisismo quejumbroso y exigente y necesitado siempre de halago y no la responsabilidad. El clientelismo y no la soberanía cívica. La grosería disfrazada de autenticidad y no la educación. La imagen y no a la sustancia.
Personas que pasaron de las consignas ideológicas a los eslóganes de la publicidad electoral sin detenerse nunca en el libre pensamiento, igual que muchos de ellos habían pasado de jóvenes de la ortodoxia católica a la comunista y de los cursillos de cristiandad a los del Marxismo-Leninismo y de allí a la ortodoxia ultraliberal.
Muy difícil, la verdad es que sí. Muy difícil luchar contra estas personas. Estamos en esto y vamos a seguir, porque si no imaginamos el futuro cómo vamos a creer que existe.
Pensemos que en un año o dos se recuperará la atmósfera, se repararán los daños y volveremos a caminar bajo la clara luz del dia, pero jamás he sido tan profundamente consciente del caos como ahora. Es como si estuviéramos en plena caída desde una órbita atmosférica y moral, como si la dulce gravedad de la vida estuviera en peligro.
Pero aquí seguimos y seguiremos.
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