Hoy quiero profundizar en el caracter de esta nueva aldea global de la #postpandemia. Para ello nos centraremos en los nuevos valores y en la globalización.
Nuevos Valores
Llevamos semanas viendo como nuestras prioridades se invierten. Brokers, especuladores, ejecutivos de altos vuelos.. son todos prescindibles. Enfermeros, cajeros de supermercado, barrenderos y transportistas.. son esenciales. Nuestras vidas han estado en sus manos. Es inevitable que a partir de ahora los veamos bajo una nueva luz. Médicos, investigadores, científicos.. pasan a ser nuestros nuevos héroes, ocupando el olimpo que hasta hace poco reservábamos a los músicos, actores y deportistas. Es hora de que empecemos a reconsiderar nuestras referencias, nuestros héroes.
Y como ellos, la policía, los bomberos, el ejército.. probablemente va a mejorar mucho la percepción que tenemos de ellos. Y no puede ser de otra forma. La rebeldía adolescente ha hecho que muchos jóvenes considerasen a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado una autoridad a desafiar, algo hostil, casposo, incluso "facha" que les impide divertirse. Una percepción, hay que decirlo, convenientemente alentada por ciertos intereses políticos, pero que ahora ha quedado corregida cuando la gente ha tenido la oportunidad de ver, de constatar como esos agentes se han jugado la vida (y en algunos casos la han perdido) para salvaguardar la de la ciudadanía. Hemos pasado de ver circular vídeos donde la gente grababa cada intervención policial a gritos de "¡No pegueis al pobre chaval, maderos, que os estamos grabando!" a vídeos en los que la gente grita al detenido "!No te resistas, imbécil, que nos estás poniendo en riesgo, y a ellos también!". Mucha gente se ha dado cuenta finalmente de que quien se hace policía o militar no lo hace por que tenga ganas de pegar hostias, ni de pegar tiros. Lo hace porque quiere contribuir a proteger a su comunidad, a su país, a Europa, y tiene una vocación de servicio. Ya sea desde la unidad militar de emergencias o desde cualquier otro cuerpo. No vienen a fastidiar, ni a "reprimir", sino a ayudar. Esta nueva empatía hacia los servidores públicos, sea cual sea el color de su uniforme, ya va a ser muy difícil de borrar. Esas imágenes de diferentes cuerpos policiales honrando los unos a las víctimas de los otros, mal que les pese a ciertos políticos, nos han dado a todos ejemplo de igualdad y tolerancia. Hay vidas en juego: no es momento de tonterías.
El club de los veteranos
Ahora cuesta un poco imaginarlo, pero va a existir una cultura popular prepandemia y otra postpandemia. Y, sobre todo en los colectivos que han estado en primera línea, haber vivido esta crisis convierte a cualquiera en un veterano. "¿Tú estuviste en la pandemia?" Será la pregunta más habitual entre los médicos jóvenes dentro de unos años. A quien conteste: "Si, estuve en el Clínico" o "Fuí voluntario en IFEMA" se le tratará como un hermano de armas. A quien conteste "yo aún no me había licenciado" o "a mí me pilló estudiando" se le mirará con cierta condescendencia, como si fuera incapaz de entender algo que solo los veteranos comparten. En otros cuerpos como la policía, el ejército o incluso las cajeras de supermercado existirá esa barrera infranqueable entre novatos y veteranos. La gente que sobrevivió a "la gran pandemia" y la gente #postpandemia. ¿Injusto? Si. Pero inevitable.
Porque los veteranos llevarán grabados a fuego estos nuevos valores de solidaridad, este concepto global de unidad, de sacrificio.. Ese "yo me voy a arriesgar por ayudar a los demás". Realmente creo que es el nuevo y futuro sentir global de la gente. Y no creo que vayan a haber muchas excepciones. Sabemos que siempre quedan en los que los que apuestan por la xenofobia, por las fronteras, pero seran cada vez menos.
La globalización
Porque el alzamiento de fronteras que menciono en el párrafo anterior es exactamente lo que ha pasado en Wu Han. En el pueblo que fuese epicentro de la crisis sanitaria mundial ya no hay infectados. Esa gente está bien de salud. Y sin embargo las provincias limítrofes quieren subir sus fronteras y que no pasen. Los tienen estigmatizados, los tratan como apestados.
Esto no tiene futuro. Una vez pase el miedo esto ha de invertirse, porque lo que está claro es que los virus y otras catástrofes no tienen fronteras, y por tanto las soluciones tampoco pueden tenerlas.
El Brexit es otro ejemplo. Se concretó solo unas semanas antes de que empezase la pandemia, y ahora el Reino Unido se enfrenta a la posibilidad de quedarse solo, fuera de la Red de Ayuda Europea. Posiblemente si pudieran replantear ahora su decisión el resultado hubiera sido otro (de hecho las encuestas indican que la mayoría de británicos han entrado en el Brexit en contra de su voluntad, ya que muchos han cambiado de oñinión pero están sujetos a una decisión tomada un par de años antes (el grave inconveniente de hacer un referéndum de Si o No sobre un tema tan trascendente apelando a las emociones).
Es mucha la gente que ha tenido que cambiar de idea por la urgencia de esta crisis. Gente que se reía de todo esto, como el "brexiter" Boris Johnson o como Donald Trump, otro negacionista de la pandemia como lo fué anteriormente del cambio climático. Su guerra comercial ha pasado de subir los aranceles a China a tener que bajarlos para poder comprar el material que necesita para luchar contra la pandemia.
Está claro que tiene que haber un replanteamiento, porque existe una gran polarización entre la globalización absoluta y el provincianismo aislacionista.
La globalización ha llegado a tal nivel que parece que el mundo fuera una sola empresa compartimentada en la que China es la fábrica y el resto son los consumidores. Y eso entraña un riesgo tremendo. No puede ser que solamente se fabriquen los materiales en China y que todo el mundo los consuma. por qué ¿Qué ocurre? China enferma y se para la economía mundial. China se recupera y todo el mundo necesita comprarle a China. La globalización no pude llegar hasta ese extremo.
Y que no entren ahora los antiglobalización con demandas de "fronteras para todos", cada uno con su castillo, su chiringuito, que si "el mundo globalizado es un mundo malo.." en absoluto.
Es el virus el que es global. Este y todos los que vengan. Así que si no queremos quedarnos encerrados en nuestra casa para toda la eternidad, si la gente quiere poder conocer otros paisajes y otras culturas, a no ser que queramos aislarnos y reducir el tamaño de nuestro mundo al barrio en el que vivimos, las soluciones son las que han de globalizarse. Es cierto que no podemos ser dependientes de China ni de ningún otro país, pero también es cierto que tenemos que trabajar con todos de forma coordinada. Tenemos que globalizar las soluciones.
Evidentemente este tema, como el resto, son y serán objetos de debate, con objeto de mejorar el mundo en el que vivimos.
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