Esta semana en Twitter los trending topics a nivel de España están siendo tales como #tsunamidemocratic, #Barcelona, #155ya o #SpainIsAFascistEstate (por cierto, alguien debería informar a los activistas que estado es "State" y no "Estate", que significa propiedad inmobiliaria). Pero da igual cual sea el trending topic. Un ejército de perfiles de twitter (algunos antiguos, muchos recién creados) se dedican constantemente a retuitear las nuevas consignas que difunden contínuamente los voceros del régimen.
Por ejemplo, se hizo viral el vídeo en el que varios independentistas, tras levantar las manos en señal de paz empujaban y tiraban al suelo a una agente de los Mossos de Esquadra y la emprendían a patadas con ella. Al instante un hombre con mochila sacaba una porra y se interponía entre la agente caida y sus agresores: se trataba de un guardia civil de paisano que velaba por la seguridad. Pues bién, lejos de ocultarlo, los ciberactivistas difundieron el vídeo relatando que era "la prueba de que los actos violentos los están cometiendo infiltrados". Algo que no cuadra para nada con las imágenes, pero que puede hacer que un observador extranjero tenga dudas.
Otros casos entran ya por completo en el terreno de la fabulación. Vídeos de los actos vandálicos llevados a cabo estas noches por los violentos activistas, en los que solo se ven hogueras y furgonetas de los mossos, se están difundiendo con alarmantes comentarios como "¡Por favor, ayuda! ¡La policía española ESTÁ DISPARANDO A LOS BOMBEROS que tratan de apagar el fuego!". Por supuesto, las imágenes nada tienen que ver, pero algún observador confuso puede relacionar el ambiente de tensión del vídeo, de noche, con hogueras y luces de policía, con el texto y pensar realmente que un agente de policía podría disparar a un bombero por intentar apagar un incendio. Otros tuits, aún más osados, tratan de "demostrar" que quien realmente hace arder calles y coches es la propia "policía española", aunque realmente se refieren a los mossos d'esquadra, pero no necesitan dar ese detalle porque realmente se dirigen al lector internacional, y por ello la mayoría de estos comentarios están hechos en Español o en Inglés "Oh, my god! Police agents are SHOOTING firemen! Please help!", porque a la parroquia nacionalista (mayormente catalanoparlante) ya la tienen convencida. Su objetivo principal son los catalanes hispanohablantes y, sobre todo, la opinión europea, mucho más sensible a las fake news al estar lejos de los hechos.
Una de las manipulaciones que peor les ha salido ha sido la de los "infiltrados". Desde que el president Torra declaró que la violencia nacionalista no existía y que los actos violentos estaban protagonizados por "infiltrados", los ciberactivistas del nacionalismo catalán hicieron suya su consigna y llenaron Twitter de tuits sobre imágenes y vídeos de la violencia en los que los textos alarmistas intentaban "demostrar" que los independentistas que causaban incendios eran realmente "españolistas" disfrazados. "No soy catalán, pero estoy viendo cosas extrañas" afirma un tuit con el hashtag #tsunamiinfiltrado "hay grupos de jóvenes que bajo la sudadera llevan chalecos antibalas". Para darse credibilidad, el tuit parece remitir a un artículo que denuncia algún tipo de conspiración españolista. Un simple clic nos revela que no hay artículo, sino tan solo una imagen recortada hecha probablemente con un procesador de textos. Material con la calidad mínima para un "like & retweet". Lamentablemente para ellos la profusión de vídeos detallados desmienten completamente la teoría de los infiltrados. Jóvenes estudiantes llevando la estelada a modo de capa mientras avivavan las llamas con cartones, CDRs que se hacían "selfies" con su hoguera tras prenderla.. incluso algunos de los violentos, indignados por que se les considerase "infiltrados" se dirigían a cámara y declaraban "no somos infiltrados, somos gente que está harta". Inmediatamente twitter reflejó el efecto contrario del buscado por los ciberactivistas, es decir, el hashtag #tsunamiinfiltrado empezó a llenarse de memes y bromas jocosas sobre los presuntos "infiltrados", con burlones montajes (¡Eh! He encontrado a un infiltrado! anunciaba un tuitero acompañando sus palabras con una foto de una hoguera con un burdo corta/pega de la efigie de Franco) o haciendo referencia a que la infiltrada era la mujer de Torra (que participó en la "toma" o asedio al aeropuerto del Prat).
Sin embargo, y a diferencia de lo acontecido el 1 de octubre de 2017, esta vez las fake news lo tienen mucho más difícil para prosperar, porque en esta ocasión la violencia ha sido muy superior, porque en esta ocasión la policía ha mantenido sus intervenciones al mínimo, pese a los teatrales y desgarradores lamentos de algunos políticos que exigen la cabeza del responsable de los Mossos, siendo este otro cambio esencial, el de hacer que sean los Mossos d'Esquadra la principal línea de defensa contra el terror, lo que para el nacionalismo les hace pasar instantáneamente de ser "la nostra policía" a ser "forces d'ocupació". Las imágenes son níticas, los vídeos son claros. La relación de causa-efecto del president Torra con los actos violentos es innegable sin necesidad de que se haya levantado aún el secreto de sumario respecto a las investigaciones de los 7 CDR detenidos ni de las grabaciones en las que presuntamente se le oye conspirar con los CDR para el sabotaje de infraestructuras y les ofrece apoyo institucional. Pero el broche de oro lo representa su amenaza en sede parlamentaria de volver a repetirlo todo de nuevo, el referéndum ilegal, otro desafío a la democracia.. un "hooliganismo" que nadie en Europa va a entender y que ni el propio nacionalismo (ya sea en Esquerra o en el PDECAT) puede ya soportar. Ni siquiera el lamentable enfrentamiento violento de un reducido grupo de radicales españolistas con símbolos fascistas tras cuatro días de asedio es capaz ya de dar argumentos al relato nacionalista. Desde mitad de semana, otros hashtags han desbancado a los anteriores y los trending topics han mutado a otros como #TsunamiTERRORISTA.
Y este sábado, como acto final, numerosos ultras de extrema derecha acudirán a Barcelona a apoyar al nacionalismo y alimentar los disturbios.
En definitiva, el "relato" ya no se sostiene. Las "fake news" no solo no van a ser creidas, sino que probablemente abran los ojos de quienes creyeron las de hace dos años.