El día 12 de agosto un regalo a un Policía Nacional, consistente en una navaja, en una fiesta de Jusapol de Manzanares (Ciudad Real), causó estragos en los Medios de Comunicación Secesionistas, tales como Publico.es, Nacional.cat, e incluso en las redes sociales, como el Twitter de Izquierda Unida, o de iconos golpistas como Albert Donaire, mosso de esquadra colaborador con ANC que hace charlas a CDRs, y rematando la situación en televisión pública como las noticias de Antena 3, y el programa de Risto Mejide (Todo es Mentira) en canal Cuatro. Todo ello porque ciertamente hubieron unas desafortunadas palabras por parte de este Policía Nacional al recibir el regalo: "La cantidad de personas que voy a matar con ésto, que se preparen todos los Menas". El jocoso comentario fué seguido inmediatamente de risas, pues NADIE dudó que se trataba de una broma expresada en un ambiente lúdico, bromista, festivo, familiar, incluso a esas alturas de la fiesta con ciertas cervezas ingeridas. ¿Nadie? Falso. Los medios secesionistas tomaron interesadamente las palabras de forma literal, pero ingoraron la principal característica de esa declaración bromista. Una sola palabra mágica: "PRIVADA".
Esta frase, dicha en un vídeo que se viralizó a lo largo de un día, que no grabó ni publicó ni borró el afectado, fue un intento claro de desacreditación a la asociación Jusapol compuesta por Guardias Civiles y Policías Nacionales, usando la imagen conocida de este Youtuber, Jandro Lion.
Los Medios de Comunicación, amparados en en Artículo 20 de la Constitución Española, que es la LIBERTAD DE EXPRESIÓN, pusieron las imágenes, con la cara plenamente identificativa, con el nombre y apellido reales del policía y con unos calificativos tales como "FASCISTA, NAZI, ASQUEROSO" etc.
Absolutamente nadie ha dicho que el Artículo 18 de la Constitución Española habla del RESPETO AL HONOR, A LA IMAGEN PÚBLICA Y A LA INTIMIDAD PERSONAL Y FAMILIAR.
Tampoco nadie ha comentado que el Artículo 20, la libertad de expresión, en su apartado 2 dice que no habrá censura previa, pero claro, se ha de pensar que es lo que se va a publicar, porque en el apartado 4 exige tener ese respeto al artículo 18, es decir, la libertad de expresión encontrará limitación en el honor del afectado, la imagen pública y la intimidad familiar y personal, así como especial protección a la infancia. Si esto no se respeta, el apartado 5 facilita el SECUESTRO DE PUBLICACIONES, pero el problema es que será mediante resolución judicial, es decir, querellas, dinero, abogado y procurador, y claro, debido a que la gran mayoría de los ciudadanos somos mileuristas, no tenemos la capacidad para denunciar 20.000 querellas necesarias cuando pasa algo así, si tenemos en cuenta que cada querella tiene un coste medio de 1500 euros, mas la espera de mas de año y medio para que la justicia haga su trabajo y retire esas publicaciones, con el desgaste, y daño producido.
Pero, ¡ojo! También se han vulnerado la Ley 15/99 de Protección de Datos y mejorada posteriormente en otra Ley 3/2018, cuando su nombre y apellidos se publican sin ningún tipo de miramientos. Lo dice el artículo 6 de esa Ley de Protección de Datos. Necesita el CONSENTIMIENTO DEL AFECTADO.
Curiosamente algunos de los voceros nacionalistas que más han difundido estas palabras privadas se cuentan entre los que se rasgaban las vestiduras cuando se difundieron las conversaciones, también privadas, entre políticos nacionalistas de Esquerra Republicana bromeando con que el criterio para la selección de las candidatas nacionalistas era "la que tuviera las tetas más gordas". Quiero pensar que tanto en aquel caso como en este solo se trata de bromas privadas, y que mientras los líderes de Esquerra no seleccionen efectivamente a sus candidatas en base a la talla del sujetador o el líder de Jusapol no empiece a "matar menas" no se ha producido ningún hecho reprobable a parte del cuestionable mal gusto de las bromas.
En resumen:
Muchos medios de comunicación buscan su audiencia generando falsas polémicas a base de vulnerar los derechos fundamentales y las leyes vigentes de los ciudadanos cuando quieren, y con la justicia actual no podemos hacer nada al respecto.
Necesitamos cambiar esta situación, ya que todos tenemos el derecho a poder expresarnos en privado sin cortapisas. El uso fuera de contexto de conversaciones privadas tiene consecuencias tales como las amenazas de muerte que se han producido a raiz de la publicación de esta conversación por parte de periodistas remunerados y sin valores. En otros casos y en otros lugares la irresponsabilidad de estos profesionales tan poco profesionales ha llegado a provocar el suicidio de los afectados que veían como una palabra desafortunada dicha en privado podía destrozarles la vida.
¿Libertad de expresión? Desde luego. ¿Respeto a la privacidad? Por encima de todo.